La diferencia en el interés hacia las carreras técnicas y matemáticas es ya patente en las estudiantes de secundaria. Las expectativas de trabajo a los 30 años son diferentes en chicas y chicos adolescentes. El 20% de las chicas creen que a esa edad estará desarrollando una carrera profesional en el ámbito de la salud y únicamente el 7,3%, lo hará en el ámbito de las ciencias y la tecnología:
Expectativas de trabajo a los 30 años en chicas y chicos adolescentes.
Fuente: Igualdad en Cifras MEFP 2020
La actitud del personal docente y de los padres podría influir en la ansiedad de las chicas ante este tipo de estudios y en la falta de interés. Las expectativas de los padres son diferentes para chicas y chicos. Para estudiantes con el mismo rendimiento, los padres que piensan que sus hijas se dedicarán a profesiones técnicas son la mitad (o menos) que en el caso de los chicos.
Todo el entorno social parece tener influencia en el bajo interés de las chicas por las carreras técnicas. Un caso interesante es el de la informática. Hasta los años ’80 la presencia de la mujer en los estudios de computación en Estados Unidos fue aumentando y hay ejemplos notables de programadoras cuya labor tuvo gran impacto. A partir de mediados de los ’80 esta progresión se revierte de forma clara. Este momento coincide con la popularización de los ordenadores personales. Estos ordenadores, incluyendo los videojuegos, se enfocaron en mayor medida hacia un mercado masculino.
Fuente: When women stopped coding